Para optimizar la organización de tu ropa de cama ganando espacios dentro de tu armario, resulta oportuno aprender el viejo arte de doblar. Aprende con nosotros la forma más fácil y rápida de doblar tus sábanas para mantenerlas lisas e impecables todo el tiempo que estén guardadas en el armario. ¡Sigue leyendo!
Todo lo que necesitas saber para doblar tus sábanas
Doblar una sábana es un arte y aunque esto pueda sonar pretencioso y un tanto exagerado, lo cierto es que, así como para la danza sobran personas con “pies izquierdos”, para doblar sábanas hay quienes parecen tener par de manos en el mismo sentido. Sin embargo, para lograr un pulcro y prolijo cuidado de tu ropa de cama y mantener una buena organización dentro del armario, es crucial saber doblar las sábanas correctamente.
A la hora de doblar las sábanas, debes tener en cuenta algunos fundamentos para su apropiado cuidado. Pues, ¿sabías que existen errores al momento del doblado y guardado de sábanas que pueden, no solo estropearlas, sino poner en riesgo la salud de tu piel? Uno de estos errores desaforados es el doblado y guardado de las sábanas estando estas húmedas o mojadas. La humedad junto a la oscuridad, constituyen tanto ingrediente como catalizador para el crecimiento de hongos o mohos, que no sólo corroen gradualmente las fibras de tus sábanas, sino que, siendo el hogar de hongos y ácaros, estos últimos, como ladrones de joyería expertos en el sigilosísimo allanamiento de morada, migran hacia tu piel en las hora de sueño favoreciendo la aparición de alergias tópicas u otros problemas dermatológicos. Es por ese motivo que resulta imprescindible el uso de la secadora posterior al lavado de la ropa de cama. También es recomendable el planchado como paso de antesala al doblado y guardado, ya que, de esta manera, se minimizarán las arrugas y pliegues en las sábanas.
Otra recomendación crucial para evitar problemas en la piel relacionados con el mal cuidado de la ropa de cama, es que, durante su lavado, se utilicen jabones o soluciones más apropiadas para el tipo de textil de tu ropa de cama, para ello, debes leer la etiqueta de la sábana la cual, según su tejido, te proporcionará alguna información. Si eres de piel sensible, debes tener esta información en mente a la hora de comprar el jabón para el lavado de la ropa de cama.
Después de tener en cuenta esta información que constituyen reglas a saber previo al doblado de sábanas, es importante comentar algunos tips acerca de su guardado para tener también un almacenamiento funcional posterior al doblado. El guardado o almacenamiento puede realizarse siguiendo diferentes esquemas: puedes ordenarlas dobladas por tamaño, por color o por su tipo. Lo más común y lo más práctico es que se haga siguiendo el último esquema, es decir: las fundas de almohadas irán por un lado; las sábanas bajera en otro lado, y las encimeras juntas en un tercer lugar. Organizar las piezas por su tipo y también por tamaño y, si te apetece, por color, darán una sensación visual de mayor orden u organización.
Diferentes formas de doblar una sábana
Lo primero que debes hacer es buscar una superficie limpia, plana y dura que resulte apropiada para el doblado de la sábana. Puedes usar una mesa, o incluso, la cama; pues esta última pese a no ser una superficie dura del todo, tiene las dimensiones exactas de tu ropa de cama, por lo cual puede resultar más fácil a la hora de doblarlas.
A decir verdad, la forma en la que se dobla una sábana depende de las dimensiones de la misma. Pues doblar una sábana cuadrada (como las de las camas king o matrimoniales) tiene una técnica que resulta quizá más sencilla o simplemente un tanto diferente a la técnica de doblado de una sábana vertical o de cama single.
Una sábana encimera es sencilla y rápida de doblar porque no contiene elásticos que entorpezcan el procedimiento. Una vez se halle la sábana extendida sobre una superficie, se dobla a la mitad, juntando las esquinas opuestas. Ahora deben tomarse las esquinas del lado más angosto y juntar las esquinas, doblando la sábana por segunda vez a la mitad. Ahora, el siguiente doblez va a figurar la creación de una doble puerta: tomarás las dos esquinas de uno y otro lado de la sábana y las llevarás hacia el centro, el resultado deberá ser una figura rectangular. Por último, tienes que tomar cada extremo del rectángulo para doblarlo hacia el centro nuevamente, finalizando con un último doblamiento de la tela restante a la mitad.
Otra forma de doblar una sábana encimera con el objeto de ocupa menos espacio, es hacerlo de la siguiente forma: una vez extendida la sábana sobre la superficie de apoyo, dóblala a la mitad, llevando ambas esquinas de la sábana hacia el centro. Debe quedar una por encima de la otra, quedando así la figura de un rectángulo. Luego, dobla el rectángulo por la mitad, dejando un espacio en el borde inferior de la sábana. De ser el rectángulo aún considerablemente grande, debes volver a doblar, colocando una mano en medio usándola como instrumento o regla para dividir en partes iguales; debes estirar el rectángulo de sábana para asegurarte de que esté liso. Finalmente, dobla en tercios.
Para doblar una sábana bajea o ajustable debes tomar una de las esquinas y unirla con su esquina opuesta y hacer lo mismo con la otra esquina. Cada extremo elástico debe quedar uno dentro del otro. Junta las dos esquinas anteriores una con la otra, deben quedar tres esquinas en pico y una que contenga todos los laterales elásticos. Si estiras bien todos los laterales habrás obtenido una forma cuadrada y una única esquina que contiene los bordes ajustables. Ahora, sólo debes doblar nuevamente para obtener un rectángulo, y hacer un último dobles para dejar la sábana en un cuadrado más pequeño con la finalidad de economizar el espacio en tu armario.
Otra forma de doblar una sábana ajustable es empezar doblándola por la mitad, juntando el revés. La idea es que un borde elástico quede dentro del otro borde; debes ir estirando y ajustando el resto de la tela para evitar arrugas. Una vez más, dobla la sábana a la mitad, metiendo los bordes elásticos uno dentro de otro; alisas, formando un cuadrado o rectángulo (varía según el tamaño de la sábana). El siguiente paso es doblar la sábana en tercios y, para aquellas que son más grandes, es posible que tengas que doblarlas en cuartos; si este es el caso, lleva la parte superior hacia abajo y la inferior hacia arriba, luego, dobla por la mitad para que no queden bordes expuestos. Sigue doblando tu sábana hasta que el resultado sea un pequeño cuadrado que resulte cómodo y fácil de almacenar en el armario economizando espacio. Recuerda que con las sábanas bajeras o ajustables, debes alisarla con tus manos entre paso y paso para que quede bien. Una vez esté lista, puedes guardarla en tu armario así como está o meterla dentro de una funda de almohada junto al resto del juego de sábanas.
¡Y listo! Ya puedes traer el orden a tu armario de sábanas ordenando tu ropa de cama de la forma correcta.